MI TESTIMONIO: DEL DOLOR A LA VIDA


 Hola, mi nombre es Ana Bello, tengo 36 años de edad, soy abogada y quiero contar mi testimonio para ayudar a otros a tener el privilegio de la Esperanza que te brinda el tener un Dios vivo y presente en tu vida, aquí mi historia.

Siempre había sido una persona que gozaba de salud física y emocional, como todos en la vida tenia mis altas y mis bajas, pero nada de gravedad. Un día después de llegar a casa, mi vida cambio por completo, en cama de mi madre quede rendida ante el sueño, y al despertar inicio una pesadilla, el dolor era intenso en mi costado, cuando trate de levantarme no podía, al principio pensábamos que era simplemente algo muscular, pero pasado el tiempo y tras varios estudios de tomografías, placas, y varios diagnósticos fallidos, descubrimos una masa alojada en lo que parecía el pulmón derecho [Finalmente era en la pleura].

El monstruo del cáncer estaba al asecho y un dolor capaz de quebrantar el espíritu de cualquiera me acompañaba día tras día, todo este proceso de diagnostico fallido [Neumonía,  Covid-19, etc], me refugie en la soledad, unos pocos amigos me acompañaban tras perder mi empleo como funcionario público, solo los leales de corazón permanecieron, y con los que estaré eternamente agradecida. 

Tras una punción de pulmón en la que casi muero porque salió aire hacia mi pecho, entendí lo frágil que podía ser la vida, y entonces empezó la magia, Dios me dijo "No estas sola", enviare mis Ángeles a tu encuentro y no te faltara nada. A ti que me lees, hay Ángeles en la tierra, solo ora y no pierdas la fe.

En medio de la depresión  y del inmenso dolor, Dios puso en mi camino a las personas correctas, para darme su buena nueva, que estaría a mi lado y no me abandonaría. Después de la punción mi familia y yo esperamos quince (15) largos días para recibir la noticia de que no era cáncer, no obstante mi doctora no guardaba muchas esperanzas por el tamaño de la masa.

Luego de tres meses de dolor intenso, y en ocasiones resignada a la idea de un desenlace fatal, procedieron a realizarme un cirugía torácica para extraer el tumor y realizar la biopsia, y otra vez el Señor reafirmo que no era cáncer, y aun así mi doctora seguía sin confiar en el proceso, pero yo ya estaba convencida de que el Milagro estaba hecho. Para terminar de convencerla enviamos la muestra a un laboratorio en Estados Unidos y concluyeron lo mismo que en mi país, el diagnostico: Infarto Pulmonar.

No había tenido el valor de dar mi testimonio hasta ahora, pero hoy quiero que sepas, tu que me lees que te encuentras postrado en la cama, que te sientes solo, que te habla alguien que si sabe lo que es dolor, la desesperación y el abrir cada estudio con la esperanza de que todo sea solo una pesadilla, para decirte que hay un Dios vivo que escucha nuestras oraciones, que te ama inmensamente, abrázate a el como yo lo hice, y descubre su inmenso amor. 

Estoy convencida que todo pasa por algo, hoy soy más agradecida, más madura y aunque escribo esto quizás tarde para algunos, para mi es el momento justo, para ti que me lees puedes compartir conmigo tu dolor, confía que tendrás a alguien que te entiende.


Mi testimonio desde la FE:

Ana Elizabeth Bello Martínez



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